Gracias al aumento del flujo sanguíneo entrante en el pene se provoca la erección. Las venas en los cuerpos cavernosos y esponjosos se llenan de sangre. El pene se va alargando y ensanchando hasta que las venas estén completamente repletas de sangre. Simultáneamente, los músculos ciático-cavernosos se contraen y llevan a la compresión de la base del pene, deteniendo el flujo de sangre. En consecuencia, el pene no recibe más sangre en este momento, por lo que la micción también es complicada.
Si la etapa de contracción de los músculos ciáticos se prolongará, existiría un peligro de necrosis de los tejidos del órgano genital. Sin embargo, esta etapa no es tan larga y dura un promedio de 5 a 15 minutos. Cuando los músculos del apéndice del testículo, la próstata y la cánula seminal se van contrayendo, se produce la eyaculación. Durante este proceso, el líquido seminal es empujado hacia la uretra. El reflujo del fluido se evita por compresión del cuello de la vejiga cuando los músculos del pene comienzan a contraerse rítmica y frecuentemente.
La erección gradualmente pierde su intensidad cuando los músculos del pene se relajan completamente y la sangre en las venas va disminuyendo. Se tarda de 15 minutos a 3 horas para recuperarse y volver a tener otra erección. Dependiendo del estado de salud y las particularidades físicas de cada uno, este proceso puede tomar un tiempo más largo. Puesto que esto representa, en primer lugar, una reacción a la excitación, habrá que entender que con la edad el proceso de recuperación eréctil toma más tiempo.
Cada hombre que se preocupa por su salud sexual quiere saber qué factores pueden empeorar y perjudicar su erección. Los trastornos nerviosos y la depresión, por supuesto, afectan la erección, ya que un sistema nervioso sano es el factor indispensable de una vida sexual satisfactoria. El abuso de alcohol también lleva a la disminución de las facultades eréctiles. El uso de estupefacientes también empeora el vigor sexual. Entre las enfermedades que reducen la potencia sexual está diabetes, esclerosis articular, prostatitis y algunos trastornos hormonales.
Sin embargo, todas estas razones pueden tener carácter temporal afectando la capacidad eréctil masculina y pueden superarse fácilmente realizando una corrección médica con medicamentos adecuados.
Otros efectos se manifiestan con Viagra y sus genéricos. Sorprendentemente, incluso un hombre sano, un hombre con un nivel hormonal saludable y con un deseo sexual pronunciado a veces padece una falta de erección o una débil manifestación de la misma.
Aquí entra en acción Viagra o el sildenafilo, que es la sustancia activa de este fármaco que también se utiliza en sus genéricos. Precisamente el sildenafilo hará su efecto no sólo en los vasos, músculos y cuerpos cavernosos del pene. Él fármaco, según la opinión de muchos médicos y especialistas de la psicopatología, es capaz de ayudar tanto a la disfunción eréctil asociada con la patología del flujo sanguíneo, como a aquella agravada por los trastornos psicológicos relacionados con este problema.
Los hombres que han tomado Viagra recobran la seguridad en sí mismos y en el éxito del acto sexual, ya no padecen del factor psicológico y del miedo de no dar la talla delante de su pareja. Por lo tanto, este medicamento se prescribe incluso con la aparición de los primeros indicios de los problemas eréctiles, para evitar que el problema empeore. Desgraciadamente, un solo gatillazo puede llevar a un hombre a perder la fe y a iniciar el proceso psicológico negativo.